Cuextécatl

 

Nombre:	Cuextécatl Albin Hobon
Significado:	Morador
Categoría:	Héroe
Mitología:	Nahua Huasteca
Advocación:	Huastecas
Nahual:	Ninguno
Padre:	Bilim Nacon Hobon
Madre:	Ketun
Consorte:	Ninguna
Hijos:	Meconetzin
Armas:	Bastón
Nacimiento:	Desconocido
Muerte:	Antes de la Caída de Tollán
Hogar:	Pantlán
Enemigos:	Ninguno

Cuextécatl fue un personaje de la mitología nahua y huasteca.

Se trató de un rey y héroe, fundador de la cultura huasteca.

Etimología

Del náhuatl Técatl «Habitante o Morador».

Genealogía

Cuextécatl era hijo de Bilim Nacon Hobon y Ketun. Nació con el nombre de Albin Hobon.

Con la princesa Xóchitl tuvo como hijo a Meconetzin, según algunos mitos.

Mitos

Cuextécatl era hijo de Bilim Nacon Hobon y Ketun. Nació con el nombre de Albin Hobon. Se crió con su familia asistiendo a una escuela de nobles, hasta que descubrió que Xoaltentli, el dios de los sueños, le había dado el don de tener visiones a manera de alucinaciones y sueños.

En estas visiones Albin Hobon vio que él humillaría a su pueblo tras cometer un acto deshonroso. Por esto, a sus doce años Albin Hobon abandonó a su familia y su hogar.

En su andar, llegó a una montaña llena de niebla y densos árboles, con solo un río cristalino que era su única fuente de agua. En ese sitio durmió por cinco días y cada día tuvo un sueño diferente.

Los primeros dos días tuvo un sueño hermoso con almas adorándolo, a sus pies. El tercer día soñó con fieras, serpientes, monstruos y el dios Mictlantecuhtli que lo perseguían para asesinarlo. En ese sueño Albin Hobon vio a su madre Ketun abriendo sus brazos para abrazarlo, pero cuando Albin la alcanzó y abrazó, esta desapareció.

El cuarto día Albin soñó con almas que estaban entre los astros del cielo, pero estas caían de golpe hacia el Mictlán hasta que él mismo también cayó a dicho reino.

El quinto día Albin Hobon ya no quería soñar para ya no tener pesadillas, pero el dios Xoantentli lo acogió en sus brazos y lo hizo caer una vez más en un profundo sueño. Albin Hobon soñó con un círculo de luz del que salían muchos guerreros que se despedazaban unos a otros.

Albin Hobon abandonó la montaña de niebla pero pronto en su camino volvió a caer dormido. Tuvo una visión entonces de la venida de un hombre blanco (Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl), quien llegaba en una barca desde el mar. Traía consigo prosperidad, pero después partía de vuelta al mar en la misma barca. Luego llegaba un impostor haciéndose pasar por él (Hernán Cortés), pero traía dolor y sufrimiento con él.

Albin Hobon suplicó a Xoaltentli que lo liberara de las visiones. Este le recomendó una vida sin vicios y a cambio no solo tendría paz sino que él podría ser quien salvara a su pueblo del mal que se avecinaba.

Después de 20 años Albin Hobon regresó a su pueblo en la Huasteca, convertido en un sabio con muchos conocimientos, capaz de hablar varios idiomas y siempre profesando la paz. Albin Hobon desconoció a sus padres y afirmó que él había sido sacrificado y después resucitado por los dioses con el nombre de Cuextécatl.

Tras la muerte del cacique de su pueblo, Muy-Almehen, Cuextécatl se convirtió en gobernante de los huastecas. Hizo la paz con los nahuas, otomíes y chichimecas.

Tal era su sabiduría que cuando el pulque fue creado, los dioses lo invitaron al monto Popozohualtépetl a probarlo. Tezcatlipoca advirtió a todos los invitados no beber más de cuatro vasos de pulque, sin embargo Cuextécatl bebió cinco. Al caer borracho, Cuextécatl se desnudó y violó a la princesa Xóchitl. De esta violación, Xóchitl quedó embarazada y tiempo después daría a luz al hijo de Cuextécatl, Meconetzin.

Furiosos por lo ocurrido, Tonatactecuhtli, Tonacacíhuatl, Tezcatlipoca y Macuiltochtli expulsaron a Cuextécatl del Popozohualtépetl y lo maldijeron para ir siempre desnudo. Así se cumplió la profecía que él había visto en sus visiones de que humillaría a su pueblo.

Avergonzado por sus actos, Cuextécatl empezó a correr desde Cuextlán hasta Pantlán para purgar sus pecados. Sus leales súbditos, liderados por el guerrero Tlayolo, lo siguieron, también desnudos y desde entonces se dice que los huastecas siempre van desnudos.

En el camino, sin embargo, volvió a emborracharse de nuevo y perdió su bastón en Tancuayalab. También fundó la ciudad de Tamuin y finalmente en Pantlán fundó la nueva Huastecapan.

Cuextécatl murió en Pantlán antes de la caída de Tollán y fue enterrado en Tamal kak.