Andonei

 

Nombre:	Andonei
Significado:	Desconocido
Categoría:	Héroe
Mitología:	Nahua
Advocación:	Ninguna
Nahual:	Ninguno
Padre:	Desconocido
Madre:	Desconocida
Consorte:	Chuin
Hijos:	Ninguno
Armas:	Ninguna
Nacimiento:	Desconocido
Muerte:	Leyenda del Ojo de Venado
Hogar:	Xichú
Enemigos:	Ninguno

Andonei fue una princesa de la mitología nahua, quien aparece en la leyenda del Ojo de Venado. 

Se trata de una princesa que cayó enamorada de otro hombre y traicionó a su esposo debido al Mal de Ojo.

Etimología

Desconocida. 

Genealogía

Desconocida.  

Mito

Andonei era una princesa de Xichú, esposa del cacique Chuin. Un día, llegó a Xichú un sajoo quien al ver la belleza de Andonei la aduló, así como a su marido pero les advirtió que un día el río se tragaría su vida. Andonei asustada le preguntó al sajoo cuál sería la causa de su muerte y el sajoo le advirtió que un día llegaría a Xichú un hombre hermoso, con una mirada que la embrujaría, que la haría olvidar del amor puro de su esposo y que a la larga la llevaría a la muerte. 

Chuin, ofendido por la profecía, mandó a expulsar al sajoo de Xichú. Pasaron los años y ya nadie se acordaba de su advertencia hasta que un día llegó a Xichú un embajador mexica por órdenes de Moctezuma Ilhuicamina, de nombre Coyoltótotl. Llegó para negociar con Chuin. 

Andonei, al ver a Coyoltótotl, caería en el hechizo de sus llamativos ojos y a su vez Coyoltótotl quedó enamorado al ver la belleza de Andonei. 

Un día, Andonei se bañaba en el río cuando Coyoltótotl apareció tras haberla espiado. Andonei cayó nuevamente bajo el hechizo de sus hermosos ojos y ambos empezaron a amarse en medio del bosque hasta que cayó la noche. Chuin, preocupado porque su esposa no retornaba, guió a un grupo de hombres al bosque en su búsqueda y de pronto encontró a Andonei en los brazos de Coyoltótotl. 

Furioso, Chuin le arrancó los ojos a Coyoltótotl y los colgó en un árbol. Andonei entonces despertó del trance en el que había caído y al ver a Coyoltótotl muerto y sintiéndose avergonzada por la traición que había cometido contra su esposo, saltó hacia un río y se ahogó en él, cumpliendo así la profecía del sajoo.