Del náhuatl oztótl «Cueva» y téotl «Dios», «Dios de las Cuevas».
Genealogía
En general, se desconoce quiénes son sus padres, sin embargo debido a su naturaleza como dios de las cuevas, se le asocia con Tepeyóllotl, lo que podría hacerlo su padre. También, en apariencia, se le asocia con Tlazoltéotl, lo que podría sugerir que ella fuera su madre.
Mitos
Oztotéotl era el dios de las cuevas, quien tenía su hogar en la cueva de Chalma, en Malinalco.
Centros de Adoración
El principal templo de adoración de Oztotéotl se encontraba en la cueva de Chalma.
Rituales
Los ocuiltecas y malinalcas realizaban peregrinaciones a la cueva de Chalma para adorar a Oztotéotl llevando a cabo sacrificios en su honor así como cantos y actos de antropofagia.
Se decía que Oztotéotl se alimentaba de sangre.
Sincretismo
Con la llegada del catolicismo, la efigie de Oztotéotl en la cueva de Chalma fue destruida y reemplazada por un Cristo Negro. Así pues, la adoración que se tenía por este dios pasó directamente a la de esta figura y se mantiene aún hoy en día con peregrinaciones que se realizan a dicho santuario.
Descripción
Desconocida
Poderes
Se decía que la efigie cilíndrica de Oztotéotl poseía los siguientes atributos:
Hunahpú es un dios de la mitología maya, mencionado en el Popol Vuh.
Etimología
Del maya Hun «Uno», aj «El que usa», pub «Cerbatana», «Un Cerbatanero»
Genealogía
Hunahpú era hijo del dios Hun-Hunahpú y de la demonio Ixquic. Era hermano gemelo del dios Ixbalanque y medio hermano de los dioses Hun Batz y Hun Chuen.
Mitos
Popol Vuh
Hunahpú fue engendrado cuando la demonio Ixquic visitó el árbol de cráneos en que se había convertido el dios Hun-Hunahpú en el Xibalbá. Uno de los cráneos escupió a Ixquic en la mano, embarazándola. Ixquic huyó del Xibalbá y fue acogida por la madre de Hun-Hunahpú, Ixmukané quien le ayudó a dar a luz a los gemelos Hunahpú e Ixbalanque.
Ixmukané crió a ambos dioses junto con sus medios hermanos Hun Batz y Hun Chuen. Estos, al ser los mayores y al no ser bastardos, odiaban a Hunahpú e Ixbalanque. Los trataban muy mal y sobre todo envidiaban el hecho de que Hunahpú e Ixbalanque, como su padre Hunahpú, eran muy buenos en el juego de pelota.
Por ello, durante un partido de juego de pelota entre los cuatro hermanos, Hun Batz y Hun Chuen empezaron a usar magia para hacer trampa. Hunahpú e Ixbalanque, hartos, arrojaron la pelota a propósito a lo alto de un árbol. Hun Batz y Hun Chuen escalaron el árbol para recuperar la pelota pero Hunahpú e Ixbalanque usaron su magia para hacer al árbol crecer hasta que estuvo muy alto. Cuando Hun Batz y Hun Chuen alcanzaron lo alto del árbol, miraron hacia abajo y les dio miedo bajar. Hunahpú e Ixbalanque les sugirieron amarrarse del tronco con sus cinturones para que pudieran bajar de forma segura. Hun Batz y Hun Chuen así lo hicieron pero tan pronto amarraron sus cinturones estos se volvieron colas y ellos se convirtieron en monos.
Tiempo después, Hunahpú e Ixbalanque viajaron al Xibalbá para vengar la muerte de su padre, Hunahpú, en manos de los Señores del Xibalbá. Como parte de este viaje, los dioses gemelos tuvieron que enfrentar una serie de pruebas.
Una de esas pruebas fue matar al demonio Vucub Caquix. Los gemelos lo encontraron mientras comía fruta. Hunahpú le disparó con una cerbatana y lo golpeó en la mandíbula. Vucub Caquix sobrevivió y en venganza le cortó el brazo a Hunahpú y se lo llevó para hervirlo en una olla. Después los gemelos pidieron la ayuda de los ancianos Zaqui Nim Ak y Zaki Nima Tzyz para que se colaran en la casa de Vucub Caquix haciéndose pasar por curanderos y le arrancaran sus dientes, su ojo y recuperaran el brazo de Hunahpú. Poco después de esto, Vucub Caquix murió por sus heridas.
Otra prueba que enfrentaron los gemelos fue asesinar al demonio Zipacná, luego de que este hubiera asesinado a los 400 Muchachos. Los gemelos colocaron un cangrejo falso al fondo de un barranco para atraer a Zipacná, haciéndole creer que estaba cazando su comida favorita: cangrejos. Zipacná fue tras el cangrejo y mientras estaba en el barranco, Hunahpú e Ixbalanque le dejaron caer encima una montaña, matándolo.
Otra prueba fue atrapar al demonio Cabrakán. Los gemelos se fingieron admiradores de la fuerza del demonio y le ofrecieron un ave asada, que era de sus favoritas. Cabrakán la devoró sin sospechar que estaba envenenada. Cuando cayó víctima del veneno, los gemelos ataron a Cabrakán bajo una montaña sagrada de la que no pudo escapar.
Una de las últimas pruebas de los hermanos fue pasar la noche en la Casa de los Murciélagos. Hunahpú e Ixbalanque lograron sobrevivir casi toda la noche pero cuando Hunahpú levantó la cabeza, casi al final, para ver si ya había amanecido, el demonio Camazotz lo decapitó.
Ixbalanque, preocupado, le pidió a todos los animales que le llevaran sus alimentos favoritos para que pudiera reconstruir la cabeza de su hermano. Fue el tapir quien le llevó un chilcayote el cual Ixbalanque usó para esculpir una nueva cabeza para su hermano y resucitarlo.
La última prueba de los gemelos fue enfrentar a los Señores del Xibalbá en un juego de pelota y vencerlos. Durante la primera partida, los Señores del Xibalbá los asesinaron, sin embargo Hunahpú e Ixbalanque pudieron revivir, retomar la partida, vencer a los Señores del Xibalbá y matarlos.
Descripción
Un hombre con cabeza de calabaza quien originalmente era gemelo al dios Ixbalanque.
Itzamná o Kinich Ahau es un dios de la mitología maya.
Era considerado el dios del Sol, el Cielo y el Día.
Etimología
Del maya itz «rocío», ah «de» y naah «casa», La Casa del Rocío.
Y también del maya K’iin «Sol», ich «Ojos», Ahau «Rey», «El Rey de Ojos de Sol».
Su nombre original era Kinich Ahau. Al encarnarse en un mortal, fue llamado Zamná y al ser deificado dicho mortal, empezó a conocérsele como Itzamná.
Genealogía
Hijo de Hunab Ku, y por tanto hermano de Chaac. Estaba casado con Ix Chel.
Mitos
Batalla contra su Madre
Kinich Ahau peleó junto con Chaac contra su madre y el amante de este en una feroz batalla.
Casamiento con Ix Chel
Kinich Ahau se enamoró de la diosa de la Luna, Ixchel, y la desposó.
Infidelidad de Ix Chel
Chaac se había enamorado de Ix Chel también. Ambos cometieron adulterio, siendo así infieles contra Kinich Ahau. Después Ix Chel arrepentida volvería con Kinich Ahau. Este la perdonaría. Chaac también se arrepentiría, y perseguiría al Sol y a la Luna buscando su perdón, pero nunca lo conseguiría.
Encarnación en Zamná
Kinich Ahau se encarnó en mortal en una ocasión, en el mortal Zamná, también conocido como Itzamná, quien fungió como sacerdote de los chanes de Bacalar, con quienes fundó la ciudad de Chichen Itzá.
Itzamná enseñó a los hombres la escritura, el cultivo y los beneficios del agave.
Itzamná pasó sus últimos años de vida en una ciudad que él mismo fundó llamada Izamal. Se cree que sus restos están esparcidos entre sus templos. Tras su muerte fue deificado y desde entonces a Kinich Ahau también se le asoció con el nombre de Itzamná.
Las Mometzcopinqui son una raza de brujas de la mitología mexica.
Eran brujas que podían quitarse las piernas y reemplazarlas con patas de guajolote.
Etimología
Desconocida
Genealogía
Podía variar.
Mitos
Las mujeres que nacían el día Ce-Ehécatl se decía que adquirirían ciertas habilidades mágicas. Esto se debía a que Ce-Ehécatl era un día consagrado a Quetzalcóatl. Su hermano, Tezcatlipoca, enemigo de Quetzalcóatl, castigaba a las mujeres que nacían este día otorgándoles poderes oscuros que las volvían mometzcopinqui.
Las mometzcopinqui podían quitarse las piernas y reemplazarlas por las de un guajolote. Al hacer esto adquirían también un par de alas en lugar de sus manos y con ello podían volar. También se hacían de un pico. Además obtendrían otras habilidades mágicas.
Las mometzcopinqui solían ser abandonadas en los cerros durante el nacimiento por temor a sus poderes. Al crecer se dedicaban a viajar buscando alimentarse de sangre de bebés.
Descripción
Eran descritas como mujeres que al desprenderse de sus piernas, las reemplazaban con patas de guajolote. Al hacer esto sus brazos eran reemplazados por alas y en su boca les crecía un pico.
Poderes
Podían volar, conjurar magia y se alimentaban de la sangre de los bebés.
Posterior a los tiempos prehispánicos, se les adhirió a la leyenda la capacidad de transformarse en bolas de fuego.
Hun-Hunahpú es un dios de la mitología maya, mencionado en el Popol Vuh.
Era el dios del juego de pelota.
Etimología
Del maya Hun «Uno» y Hunahpú «Cerbatanero», «Primer Cerbatanero».
Genealogía
Hun-Hunahpú era hijo de los dioses creadores de la humanidad, Ixpiyacoc e Ixmukané. Tenía por hermano a Vucub-Hunahpú. Estaba casado con la demonio Xbaquiyalo, con quien engendró a los dioses Hun Batz y Hun Chuen.
Tras haberse convertido en árbol, fecundó a la demonio Ixquic, con quien engendró a los dioses Hunahpú e Ixbalanque.
Mitos
Popol Vuh
Hun-Hunahpú era hijo de Ixpiyacoc e Ixmukané. Se crió con su hermano Vucub-Hunahpú. Se casó con Xbaquiyalo y tuvo a dos hijos Hun Batz y Hun Chuen. Hun-Hunahpú pasaba su tiempo jugando al juego de pelota con su hermano contra sus hijos.
El ruido que Hun-Hunahpú hacía jugando con su familia resonó hasta el Xibalbá, perturbando la tranquilidad de los señores del Xibalbá Hun-Camé y Vucub-Camé. Por ello estos decidieron invitar a Hun-Hunahpú y a Vucub-Hunahpú al Xibalbá a jugar un juego de pelota con ellos, pero ello resultó ser una trampa.
Cuando Hun-Hunahpú y Vucub-Hunahpú llegaron al Xibalbá, los Señores del Xibalbá los torturaron y sacrificaron. En el lugar donde enterraron sus cuerpos en el Xibalbá, brotó un árbol de jícaras que daba cráneos en lugar de frutos. Uno de esos cráneos fue la cabeza de Hun-Hunahpú.
Un día, la demonio Ixquic visitó el árbol y alcanzó la cabeza de Hun-Hunahpú. Esta escupió en su mano embarazándola de los dioses gemelos Hunahpú e Ixbalanque.
Huémac fue un personaje de la mitología tolteca quien aparece en Los Anales de Cuauhtitlán,La Historia General de las Cosas de la Nueva España escrito por Bernardino de Sahagún, así como en la Historia Tolteca-Chichimeca.
Se trató del último rey tolteca.
Etimología
Del tolteca,su nombre significa «Mano Grande», «El de Manos Grandes» o «Regalo Grande».
Genealogía
Según un mito, Huémac era hijo de Ce Técpatl Mixcóatl Totepeuh, rey de Colhuacán, lo que lo volvería un semidiós hermano de Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl y de Quetzalpetlatl. Su madre habría sido la heroína Chimalma.
Chimalma falleció en el parto y por ello Huémac y sus hermanos fueron criados por su abuela, la diosa Cihuacóatl.
Al crecer, en Tula, igual que su hermana, Huémac se habría convertido en sacerdote del templo de Quetzalcóatl.
Los Anales de Cuauhtitlán
Años después de que su hermano, Ce Ácatl, Topiltzin Quetzalcóatl abandonara Tula, Huémac fue destituido de su puesto como sacerdote y reemplazado por Cuauhtli. Esto como castigo por haber tenido relaciones sexuales con el dios Tezcatlipoca y el demonio Yaotl. Probablemente, en su búsqueda por seguir lastimando la reputación de Quetzalcóatl y de arruinar al pueblo tolteca, ambas deidades habían decidido seducir a Huémac.
Otros mitos narran que como parte de la seducción, Tezcatlipoca y Yaotl habrían utilizado a las mujeres-demonio Cihuatlatlacatecolo. A través de ellas, Huémac habría conocido a Coacueye, una hechicera o mocihuaquetzque (cihuateteo) de Coacueyacane, quien tal vez formó parte de ese grupo de Cihuatlatlacatecolo.
Tras la muerte del monarca Tlilcoatzin, Huémac fue elegido para ocupar el puesto de rey, pues él era de la realeza por ser descendiente de Ce Técpatl Mixcóatl Totapeuh. Siendo rey, se casó con la hechicera Coacueye, lo cual de inicio fue uno de los primeros motivos de disgusto de los toltecas, así como algunos consideran que fue el primer presagio del colapso de su reino.
Como rey, Huémac instauró los sacrificios humanos. También escribió una crónica llamada Teoamoxtli. Con Coacueye, tuvo a una hija, llamada Netza. Dado que Coacueye no vuelve a ser mencionada, es posible que ella haya muerto en el parto de Netza. Su hija habría sobrevivido pero sería así como Coacueye se hubiera convertido en una mocihuaquetzque, es decir, el ánima en pena de una mujer muerta en parto.
En algunos mitos Huémac habría tenido un amorío con Tozcuexcue, un guía mexica quien tenía una hija llamada Quetzalxótzin. Huémac también tuvo en este periodo otra hija de nombre desconocido y madre desconocida.
La Historia General de las Cosas de la Nueva España
Huémac cuidaba celosamente a Netza, a quien apenas dejaba salir del palacio, por temor a que llegara a conocer a un muchacho. Un día, Netza paseó por el mercado y observó a un vendedor de chiles huasteco, llamado Titlacahua, quien iba desnudo. Titlacahua era de hecho un semidiós, encarnación de Tezcatlipoca, quien planeaba seducir a la princesa para continuar arruinando la vida de los toltecas.
Netza quedó obsesionada con el falo de Titlacahua, a tal grado que le dio el mal de amores. La enfermedad no la dejaba levantarse de la cama. Preocupado por el estado de su hija, Huémac mandó a que sus hombres trajeran a Titlacahua.
Huémac demandó a sus hombres que bañaran, tiñeran y vistieran a Titlacahua, para que después lo llevaran al lecho de su hija. Así, Titlacahua yació con la princesa, curándola de su mal de amores. Poco después Huémac hizo que ambos se casaran.
Sin embargo, aquello trajo el disgusto de los toltecas quienes consideraban a Titlacahua un príncipe indigno. Por ello, Huémac lo mandó a la guerra de Cacatepec y Coatepec, ordenando a sus hombres que dejaran que Titlacahua pereciera a la primera oportunidad.
Sin embargo, Titlacahua sobrevivió, logró derrotar al enemigo y al volver a Tula fue recibido por Huémac como un héroe, con regalos y condecoraciones, a pesar de que el pueblo tolteca no quería al príncipe.
Huémac y los Tlaloques
Huémac había retado a los tlaloques y a la diosa Temazcalteci a un juego de pelota. Si ganaba, le regalarían cuentas de jade y plumas de quetzal. Los tlaloques aceptaron el reto. Huémac ganó el juego pero los tlaloques le ofrecieron como premio, en lugar de lo que había pedido, algo supuestamente más valioso: mazorcas verdes y hojas verdes de maíz. Huémac se enojó y exigió a los tlaloques que cumplieran con su palabra por lo que estos no tuvieron más remedio que darle las cuentas de jade y las plumas de quetzal.
Sin embargo, los tlaloques resintieron el que Huémac hubiera rechazado el premio que le habían ofrecido. Por ello, como venganza, le causaron cuatro años de desastres a Tula.
Primero, enviaron una fuerte helada que quemó las cosechas y frutos de la tierra. Luego causaron una onda de calor que secó los magueyes, árboles y nopales. Todo esto llevó a Tula a la hambruna.
Después, los tlaloques se aparecieron en Chapultepec y profetizaron el final de los toltecas. Un sacerdote de Tláloc de la región envió un mensaje a Huémac advirtiéndole que Tláloc había llegado a un trato con los mexicas. Si estos sacrificaban a la hija de su guía y amante, Tozcuecuex, recibirían todas las bendiciones que Tláloc antes daba a los toltecas.
Otra versión del mito cuenta que para detener la hambruna que enfrentaba Tula, Yaotl, aún al servicio de Tezcatlipoca, encomendó a Huémac que también sacrificara en su nombre a Netza, Quetzalxótzin y a su otro hijo de nombre desconocido en Huitzcoc, Xicococ y Xochiquetzalyyapan. Con mucho dolor, Huémac así lo hizo.
Yaotl entregó el corazón de los jóvenes a los tlaloques, quienes los colocaron en una jícara. Después, estos hicieron llover por cuatro días para que volviera la vegetación a Tula. Los hijos de Huémac fueron recibidos en Cincalco, el limbo a donde iban a parar las ánimas sacrificadas en honor a Tláloc.
Premoniciones de la Caída de Tula
Durante el reinado de Huémac, en una fiesta se apareció el gigante Oxkokoltzec y llevó a cabo una masacre. A su vez, otro gigante, de nombre Tlacahueyac, comenzó a aparecerse en los alrededores de Tula, devorando gente. Ambos fueron considerados presagios sobre un terrible mal que se avecinaba para la cultura tolteca.
También una estrella humeó en el centro del pueblo.
Ocurrió también en el año Trece Ácatl que un tolteca, en otras versiones el demonio Yaotl, se topó un día con una mujer tolteca que se bañaba en un río. Yaotl la asesinó, la desolló y vistió su piel. Este hecho fue interpretado como una advertencia del demonio sobre la venida de una gran guerra que pondría fin a los toltecas.
La Historia Tolteca-Chichimeca/ Los Anales de Cuauhtinchan
Huémac un día recibió en su palacio a un grupo de Nonoalcas liderados por Huehuetzin, a quienes encargó que le trajeran a una mujer que tuviera una cadera del tamaño de cuatro palmos. Los Nonoalcas le llevaron varias pero al verlas, Huémac quedó insatisfecho y reclamó a los Nonoalcas que esas no eran las mujeres que había pedido.
Ofendidos, los Nonoalcas le hicieron la guerra a los Toltecas proclamando «¡Muera Huémac!». Aunque en un principio los toltecas se defendieron, algunos de ellos se sumaron a los Nonoalcas pues estaban hartos de Huémac quien había traído la hambruna tras ofender a los Tlaloques, y quien además había elegido como príncipe sucesor a alguien indigno.
Durante la guerra, curiosamente, Huémac sí encontró a la mujer con caderas de cuatro palmos que tanto buscaba. Su nombre fue Cuauhnene y la hizo su nueva esposa.
En lo mientras, Tula estaba en crisis, con la guerra contra los Nonoalcas, la hambruna aún no del todo superada y una rebelión interna. Por esto Huémac decidió liderar a los toltecas que seguían siendo leales a él en un exilio, abandonando así Tula y dejando la ciudad en ruinas. Huémac gobernó un total de sesenta y seis años y aquel fue el final de su gobierno.
Por esto, se dice que Tula cayó por una cadera de cuatro palmos.
Peregrinaje de los Toltecas
Huémac llevó a los toltecas a Cinoc donde sacrificó a un hombre llamado Ce Cóatl en honor a los dioses Acuacuauh, Totec Chicahua e Ixtepetla esperando que le dejaran entrar a la cueva de Cincalco pero no se lo permitieron. Después siguió su camino a un sitio donde su esposa Cuauhnene dio a luz, por lo que bautizó ese lugar como Cuauhnenec.
Muerte de Huémac
Los toltecas terminaron abandonando a Huémac y este, dolido por la desgracia que había llevado a su pueblo, volvió a la cueva de Cincalco, en Chapultepec, en el año 1162, 7 Conejo. Esta vez sí pudo entrar en ella.
Unos mitos cuentan que se suicidó dentro de la cueva. Otros que sigue vivo ahí adentro, esperando volver para traer la gloria de vuelta a Tula. Otros mitos dicen que los Nonoalcas Huehuetzin, Xelhua, Icxicohuatl y Quetzaltehuéyac lo encontraron y Xelhua logró matarlo a flechazos.
Curiosidades
Simbólicamente, como Huémac fue sacerdote, posterior sucesor de Quetzalcóatl y posiblemente hermano suyo, muchos mitólogos lo consideran una advocación de la Serpiente Emplumada. Otros lo llaman el gemelo caído u oscuro de Quetzalcóatl, pues representó, como gobernante, todo lo opuesto a lo que fue Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl.
Moctezuma Xocoyotzin, supuestamente, era descendiente de Huémac y lo sería también de su última esposa Cuauhnene.
Se le consideraba uno de los Centzon Totochtin y era patrono de los niños inteligentes y del viento que toca a los vegetales.
Etimología
Del náhuatl Ome «Dos» y Tochtli «Conejo.» «Dos Conejo».
Genealogía
Hijo de Pahtécatl y Mayáhuel, era uno de los Centzon Totochtin, los 400 dioses conejos de la embriaguez.
Mitos
Ometochtli fue el segundo de los Centzon Totochtin en nacer. Hijo de Pahtécatl y Mayáhuel. Fue considerado el líder de los Centzon Totochtin.
El Origen del Pulque
Los dioses habían visto que los mortales eran infelices por sus penas. Buscando una solución se reunieron en el monte Popozohualtépetl los dioses Tezcatlipoca, Mayáhuel, Pahtécatl y los Centzon Totochtin, entre ellos Ometochtli. Decidieron entonces crear algo que hiciera que los mortales se olvidaran de sus problemas.
Los dioses aprendieron a sacar el pulque del maguey, a fermentarlo con el opactli y lo dieron de beber a los mortales. Sin embargo, en un inicio, el pulque resultaría venenoso y mortal para ellos. Para poder contrastar su toxicidad, Tezcatlipoca decidió sacrificar a Ometochtli, cortándole la cabeza y mezclando su sangre con el pulque. De esta manera, este dejó de ser venenoso.
Los dioses invitaron de nuevo a los hombres al monte Popozohualtépetl a probar la nueva versión del pulque, entre ellos invitaron al héroe Cuextécatl. El pulque ya no fue letal para los mortales, sin embargo Tezcatlipoca advirtió que para no deshonrar el sacrificio de Ometochtli, y para no desvirtuarse a sí mismos, no deberían beber más de 4 vasos.
Tezcatlipoca decidió poner a Cuextécatl a prueba y luego de que este bebiera 4 vasos, le ofreció un quinto. Cuextécatl lo bebió y terminó borracho, tanto que violó a una princesa llamada Xóchitl. Los dioses horrorizados expulsaron a Cuextécatl de Popozohualtépetl.
Después de esto Mayáhuel habría encomendado a los demás Centzon Totochtli a viajar por los pueblos enseñando a las personas a extraer el pulque del maguey y Tezcatlipoca encomendaría al Centzon Totochtli Macuiltochtli a castigar a quienes deshonraran a Ometochtli y no respetaran la consigna de no beber más de 4 vasos de pulque.
Este quizás fue el motivo por el que particularmente era a Ometochtli a quien se sacrificaban los hombres borrachos, que habían abusado de más de 4 vasos de pulque.
En honor a memoria de su hermano, también, el Centzon Totochtin Tepoztécatl habría construido un adoratorio de Ometochtli en el Tlahuiltépetl en el actual Tepoztlán.
Descripción
Era representado como un conejo.
Centros de Adoración
Ometochtli tenía un adoratorio en el cerro de Tlahuiltepetl, en el Tepozteco. Su estatua de este sitio fue destruida en 1538 por Fray Domingo.