Ehécatl

Nombre: Ehécatl

Religión: Mexica

Categoría: Dios

Advocación: Viento

Nahual: Petirrojo 

Consorte: Mayah y Xochitlicue

Genealogía: Quetzalcóatl (padre), Tenantzitzimitl (madre), Tlacatecolotl y Tzinacan (hermanos) Xochiquetzal, Xochipilli y Tepoztécatl (hijos)
Armas: Desconocida
Hogar: Desconocido
Enemigos: Desconocidos

Ehécatl es un dios de la mitología mexica. 

Se le consideraba el dios del viento. 

Etimología

Del náhuatl Ehecatl "Viento."

Genealogía

Ehécatl era hijo del dios Quetzalcóatl y la tzitzimimeh Tenantzitzimitl, por tanto medio hermano de Tzinacán y de Tlacatecólotl. 

Tuvo por esposa a Xochitlicue con quien engendró a Xochiquetzal y a Xochipilli. Mucho tiempo después, con la princesa Mayah, tuvo a un hijo semidios llamado Tepoztécatl. 

Mitos

Ehécatl era el dios del viento hijo de Quetzalcóatl y de la tzitzimimeh Tenantzitzimitl. 

Estaba encargado del movimiento de los astros, la lluvia y las nubes. Para distribuir el viento se apoyaba de tres entidades a su servicio: Xochiehécatl, Chicomehécatl y Tlatoxochiehekameh.

Ehécatl se crió con su madre Tenantzitzimitl en el cerro de Xochicoatepec. 

Ehécatl y Xochitlicue

Durante el Primer Sol, probablemente mientras aún vivía con  Ehécatl tuvo por pareja a la diosa Xochitlicue, con quien engendró a los dioses Xochiquetzal y Xochipilli. 

Creación del Quinto Sol

El dios Nanahuatzin se había sacrificado para convertirse en Tonatiuh, el Quinto Sol. Sin embargo, el Sol permanecía estático e incapaz de moverse. Para poder ponerlo en movimiento, Ehécatl sacrificó a diversos dioses entre ellos a Xólotl. 

Ehécatl convirtió el sacrificio de dichos dioses en viento el cual sopló hacia el Sol y la Luna para ponerlos en movimiento. 

Ehécatl y Tlacatecólotl

Ehécatl tendría un medio hermano llamado Tlacatecólotl, también hijo de Tenantzitzimitl. En algunos mitos, Tlacatecólotl se crió junto con Ehécatl en el cerro de Xochicoatepec. A los 7 días de nacidos habrían empezado a hablar, a los 13 habrían empezado a caminar, a los 18 se habrían vuelto adolescentes, a los 20 llegaron a ser hombres, a los 25 llenaron de trojes los alimentos y a los 52 se pelearon. 

En otros mitos, Tlacatecólotl es hijo de Tonatiuh, lo cual significaría que habría nacido durante el Quinto Sol y haría imposible que los hermanos se hubieran criado como niños juntos. 

La relación que tenía Ehécatl con Tlacatecólotl siempre fue problemática porque mientras Ehécatl se dedicaba a trabajar la tierra, Tlacatecólotl prefería seducir mujeres. Por esto, Tenantzitzimitl siempre usaba a Ehécatl como ejemplo, lo que hacía que Tlacatecólotl lo resintiera. 

Un día, celoso, Tlacatecólotl embrujó a Ehécatl para que partiera hacia las aguas del norte. Después Tlacatecólotl se arrepintió y esperó el retorno de su hermano pero Ehécatl jamás regresó. Quizás el motivo por el que desde entonces Ehécatl nunca se queda quieto y siempre cambia de lugar es por aquel embrujo. 

Ehécatl y Mayah

Cuenta el mito que Ehécatl se había enamorado de una mortal virgen llamada Mayah, que se decía era incapaz de amar. Para que esta pudiera corresponderle, Ehécatl dio a la humanidad el poder de amar. En algunos mitos, para estar con ella, Ehécatl se encarnó como un petirrojo quien la visitó mientras ella se bañaba en el río Atongo. Mayah lo abrazó y de este contacto quedó embarazada. De esta unión daría a luz al héroe Tepoztécatl. 

Ehécatl daría después a Mayah un par de alas para que esta pudiera acompañarlo allá donde él fuera. 

En el sitio donde Ehécatl conoció a Mayah surgió un bello árbol símbolo de su amor. 

Ehécatl y Tláloc

Ehécatl estaba a cargo de usar el viento para limpiar el camino que tomarían Tláloc y sus Tlaloques para distribuir la lluvia. 

Ehécatl y Quetzalcóatl

Ehécatl estaba asociado con el dios Quetzalcóatl en el sentido en el que representaba el aliento de la vida. En algunos mitos era considerado su hijo. 

Ehécatl y Tezcatlipoca

Ehécatl a su vez estaba asociado con Tezcatlipoca, representando a su lado el viento nocturno. 

Descripción

A Ehécatl se le describía con una máscara de pico roja con la cual soplaba para abrir camino a la lluvia. Llevaba también al cuello un collar de caracola.