Tlacatecolotl

Nombre: Tlacatecolotl

Otros Nombres: Tlahueliloc

Religión: Mexica

Categoría: Dios

Advocación: Espanto

Nahual: Tecolote

Consorte: Meztli

Genealogía: Tonatiuh (padre), Tenantzitzimitl (madre), Ehécatl (hermano)
Armas: Desconocida
Hogar: Mihcapantli y Teopanco
Enemigos: Desconocidos

Tlacatecolotl es un dios de la mitología mexica. 

Es considerado dios del espanto y la hechicería. 

Etimología

Del náhuatl Tlákatl "Hombre" y Tecolotl "Búho", "Hombre Búho". 

Genealogía

Tlacatecolotl era hijo de Tonatiuh y Tenantzitzimitl, medio hermano por tanto de Ehécatl. 

Mitos

Tlacatecólotl fue engendrado en el cerro de Postectitla, hijo de Tonatiuh y Tenantzitzimitl. Su madre lo crió en el cerro de Xochicoatepec. 

Tlacatecólotl tenía por labor vigilar a los hombres y castigarlos en caso de que se comportaran de forma inapropiada. Por las noches se presentaba ante sus víctimas robándoles el tonalli y matándolos con su mera presencia. Su avistamiento era considerado un mal presagio. 

Tlacatecólotl y Ehécatl

En algunos mitos, Tlacatecólotl se crió junto con Ehécatl en el cerro de Xochicoatepec pues ambos eran gemelos. A los 7 días de nacidos habrían empezado a hablar, a los 13 habrían empezado a caminar, a los 18 se habrían vuelto adolescentes, a los 20 llegaron a ser hombres, a los 25 llenaron de trojes los alimentos y a los 52 se pelearon. 

En otros mitos, Tlacatecólotl es hijo de Tonatiuh (nieto de Ehécatl), lo cual significaría que habría nacido durante el Quinto Sol y haría imposible que los hermanos se hubieran criado como niños juntos. 

La relación que tenía Ehécatl con Tlacatecólotl siempre fue problemática porque mientras Ehécatl se dedicaba a trabajar la tierra, Tlacatecólotl prefería seducir mujeres y usaba su magia para que otros animales trabajaran la tierra por él. Por esto, Tenantzitzimitl siempre usaba a Ehécatl como ejemplo, lo que hacía que Tlacatecólotl lo resintiera. 

Un día, celoso, Tlacatecólotl embrujó a Ehécatl para que partiera hacia las aguas del norte. Después Tlacatecólotl se arrepintió y esperó el retorno de su hermano pero Ehécatl jamás regresó.

Tlacatecólotl y Tonatiuh

Después de haber perdido a su hermano, Tlacatecólotl vivió en soledad y arrepentido en Xochicoatepec. Se dedicó a hacerles maldades a los hombres para entretenerse, abusando de sus poderes mágicos. Así hasta que en algunas versiones del mito abandonó Xochicoatepec por propia voluntad, exiliándose. En otros mitos, un grupo de tecolotes llegaron al cerro y le indicaron a Tlacatecólotl que su padre, Tonatiuh, lo estaba llamando para que regresara al Sol. En algunos mitos esto ocurrió 40 días después de su nacimiento. 

Tlacatecólotl les pidió a los búhos que le dieran unos días para que dejara todo listo para poder marcharse. En ese tiempo, Tlacatecólotl hizo ofrendas, repartió tesoros entre los hombres y les enseñó magia creando a los primeros tetlahchihuilli. Los tecolotes esperaron a Tlacatecólotl al pie del Xochicoatepec y del Postectitla y ya que estuvo listo, se marchó con ellos dejando a su madre en el Xochicoatepec. 

De Tonatiuh, Tlacatecólotl recibió la misión de vigilar a los hombres y castigarlos en caso de que se comportaran mal. También tuvo la tarea de acompañar a Tonatiuh mientras este recorría el cielo y ayudarle a brillar. 

Gracias a su padre también Tlacatecólotl tuvo permitido tanto habitar en el Mihcapantli, el Mictlán, como en el Tepoanco, uno de los 13 cielos. 

Tlacatecólotl y Meztli

Tlacatecólotl después desposaría a Meztli, la diosa de la Luna, quien le ayudaría a su labor de vigilar a los hombres. En algunos mitos Tlacatecólotl la conoció tras haber dejado Xochicoatepec y vagado solo por el mundo, durante un tiempo. Haber conocido a Meztli habría hecho que recapacitara y dejara de hacer maldades a los hombres y empezara mejor a hacerles bondades. 

Descripción

Era un hombre poseedor de cabeza, piernas y alas de tecolote. 

Poderes

Tlacatecólotl podía volar, robar el tonal de las personas, poseía magia y también podía matar del susto y ser un mal augurio. 

Curiosidades

Es considerado una entidad ambivalente, a veces benigna y a veces maligna. Dentro del sincretismo a veces es considerado como el Diablo.